WHATSAPP Y SUS NUEVAS POLITICAS

Por: Nadya Susana Leon Retana

nadya@romeropineda.com

Febrero 2021

 

Las preguntas más frecuentes que en los últimos días me han hecho clientes y amistades me mueven a compartirles algunas ideas para orientarlos en la decisión que tomen en cuanto a mantener o no la aplicación WhatsApp como parte de sus vidas cibernéticas.

La primera es: ¿Debo eliminar o no la cuenta de WhatsApp y por lo tanto los grupos con los que comparto información personal y empresarial?

De acuerdo a la política de privacidad de Facebook[1], ésta e Instagram comparten infraestructura, sistemas y tecnología con otras empresas de Facebook (incluidas WhatsApp y Oculus); por lo que quienes somos usuarios de la aplicación de mensajería, hemos ya compartido (quizás sin haber leído las políticas de privacidad) información sobre nuestra actividad con Facebook.

Conforme al aviso de WhatsApp, sus nuevas actualizaciones recopilarían más información sobre lo siguiente:

– “El servicio de WhatsApp y cómo tratamos tus datos”.

– “Cómo las empresas pueden usar los servicios alojados de Facebook para almacenar y administrar sus chats de WhatsApp”.

– “Cómo nos asociamos con Facebook para ofrecer integraciones en los productos de las empresas de Facebook”.

Facebook no puede leer el contenido de los mensajes ni escuchar las llamadas telefónicas, pero si puede tecnológicamente compartir nuestras ubicaciones como usuarios, en tiempo real, ya que las comunicaciones de WhatsApp están codificadas. La plataforma de WhatsApp tras extender el plazo para su última actualización, reafirma que no puede leer los mensajes privados ni escuchar las llamadas ni tampoco lo puede hacer Facebook, pues están encriptados.[2]

Se cree que WhatsApp tendrá acceso a nuestras fotos y mensajes, vulnerando la privacidad y derecho a la intimidad. Pareciera que los usuarios están más preocupados porque nadie lea sus mensajes que por la información personal (data) que realmente se estará compartiendo entre redes sociales.

En las condiciones de privacidad de WhatsApp indican que recopilan los siguientes datos: Número de teléfono móvil junto con cierta información básica (incluido un nombre del perfil), libreta de contacto, información sobre estados, datos de pagos y transacciones, si se usan los servicios de pagos o los servicios para compras u otras transacciones financieras, el método de pago, los detalles de envío y el importe de la transacción, la actividad del usuario, incluido cómo se usa, los ajustes, cómo interactúan con otros, tiempo, frecuencia, duración, modelo del hardware, el sistema operativo, el nivel de carga de la batería, la potencia de la señal, la versión de la aplicación, el navegador, la red móvil, la conexión (incluido el número de teléfono, el operador de telefonía móvil o proveedor de servicios de Internet), el idioma y la zona horaria, la dirección IP, ubicación, entre otros; señalando que la finalidad de almacenar estos datos es para operar y proporcionar los servicios, que incluyen soporte técnico, completar compras o transacciones, mejorar, corregir y personalizar los servicios, así como conectarlos con los productos de las empresas de Facebook. Toda esta información, podrá ser compartida con Facebook y ésta con terceros.

Aunque la información que se va a compartir pareciera irrelevante, es muy importante para Facebook pues permite perfilar a los consumidores para ofrecernos publicidad de acuerdo a nuestras preferencias.

La segunda interrogante que no se hace esperar es: ¿Entonces, qué pasa si no acepto las nuevas políticas de privacidad?, cuya respuesta es sencilla – No podrás utilizar la aplicación ni sus servicios y como usuario deberás buscar aplicaciones alternas de mensajería como Line, Telegram o Signal, entre otras.

La tercera inquietud es consecuencia de la respuesta anterior: ¿Qué pasa si acepto las nuevas políticas de privacidad? Fácil, como usuario podrás continuar usando la aplicación, pero debes estar consciente de la información que estés compartiendo y los usos que la aplicación le de a esa información.

Me parece muy interesante que el cambio anunciado recientemente, haya despertado el interés de las personas en informarse más sobre qué datos están recopilando y compartiendo las aplicaciones. Como usuarios de plataformas tecnológicas, estamos más conscientes de nuestros derechos y del hecho que los datos que nos pertenecen son información de índole personal (data) y por ende forman parte de nuestra intimidad.

Debido a ese interés, los usuarios están descargando otras aplicaciones y seleccionando aquella que consideren no vulnera o vulnera menos su intimidad, proporcionándoles más privacidad.

El Artículo 2 de la  Constitución de la República de El Salvador, garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, y en ese sentido en nuestro país se han emitido otras leyes para salvaguardarlos. Así, en el Artículo 6 literal (a) de la Ley de Acceso a la Información Pública,  se definen como datos personales a la información privada concerniente a una persona, identificada o identificable, relativa a su nacionalidad, domicilio, patrimonio, dirección electrónica, número telefónico u otra análoga; y el literal (b)  define que los datos personales sensibles son los que corresponden a una persona en lo referente al credo, religión, origen étnico, filiación o ideologías políticas, afiliación sindical, preferencias sexuales, salud física y mental, situación moral y familiar y otras informaciones íntimas de similar naturaleza o que pudieran afectar el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Además, de conformidad con el Artículo 31 de la misma ley, toda persona, directamente o a través de su representante, tendrá derecho a saber si se están procesando sus datos personales; a conseguir una reproducción inteligible de ella sin demora; a obtener las rectificaciones o supresiones que correspondan cuando los registros sean injustificados o inexactos y a conocer los destinatarios cuando esta información sea transmitida, permitiéndole conocer las razones que motivaron su petición, en los términos de la misma ley.

Asimismo, la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, define los datos sensibles como el tipo de información que alude a la pertenencia racial o étnica de un individuo, a sus preferencias políticas, su estado individual de salud, sus convicciones religiosas, filosóficas o morales; su intimidad u orientación sexual y, en general, los datos o información que fomenten prejuicios y discriminaciones, o afecten la dignidad, la privacidad, la intimidad doméstica y la imagen privada de personas o familias. [3]

Es decir que, en base a nuestra legislación, la información que estamos entregando a WhatsApp, pertenece a cada persona y es facultad de cada uno consentir o no que sea recopilada y  compartida. Los datos son información personal que sólo puede ser compartida con el consentimiento del usuario y ese usuario debe ser informado sobre los cambios en su uso.

La mejor aplicación será la que mejor responda a proteger nuestra privacidad, pero también la que mejor se adapte a nuestras necesidades. Los usuarios debemos estar conscientes de los datos que  compartimos y cómo los usamos,  que aunque no vamos a ser espiados (como muchos  creen), sí hay información que será recopilada; por lo tanto es recomendable dedicar unos minutos a leer los términos y condiciones de uso así como la política de privacidad y las medidas de seguridad para proteger los datos personales en cada una de las aplicaciones, así como conocer qué datos se almacenan para tomar la mejor decisión, de manera informada.

 

 

[1] https://es-es.facebook.com/privacy/explanation.

[2] https://www.whatsapp.com/legal/updates/privacy-policy/?lang=es

[3] N° 58-2007 / Fecha: 08/03/2013  /SALA DE LO CONSTITUCIONAL / INCONSTITUCIONALIDADES / Sentencias Definitivas / Diario Oficial no. 57, Tomo 398 de fecha 22/03/2013

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